El domingo pasado, por primera vez en mi vida disfruté una protesta. Está claro, que en Londres no estaba el cogollo del asunto, pero la influencia española fue mayor de lo esperado .
Resulta que hasta 500 personas llegaron para acamapar y protestar delante de la embajada española en apoyo a las protestas del 15-M durante la semana pasada. La gente no se ha concienciado todavía de la magnitud y la seriedad a la que llegó y puede llegar el movimiento. La llamada "Spanish Revolution" puede llegar a cambiar Europa y toda su precaria situación. Estamos cogiendo una ola que posiblemente, si se pierde, no vuelva a surgir nunca más.
En la protesta del domingo escuché gente que hablaba de una democracia participativa donde cada uno tuvo su turno de palabra. Todas las decisiones que se tomaban querían registrarlas y decidirlas bajo asamblea nacional. Pero no solo eso, lo más importante es que no hubo influencias ideológicas. No existe la izquierda, la derecha , los rojos, los azules, los verdes....Somos nosotros, todos bien diferentes, pero a la vez unidos por la misma causa: re-evolucionar o dicho de otra forma cambiar.
En el caso de los españoles , se quiere cambiar un sistema corrupto donde nuestra economía está sustentada por grandes corporaciones que, a su vez, controlan también nuestros partidos políticos y medios de comunicación. De esta forma se ha eliminado todo rastro de diferenciación entre ellos y provocando toda pérdida de confianza por parte del futuro de la sociedad, los jóvenes.
Nuestro ejército combate guerras fuera de nuestro país liderados por intereses de otros países. No se le da importancia a la educación , lectura o enseñanza y se han perdido valores como el ecologismo.
No existe el apoyo de las religiones, pues éstas, también se han convertido en corporaciones que sólo buscan sus propios beneficios y han perdido los valores éticos de la vida.
No nos damos cuenta que esto va más allá de un simple cambio político en un país. Es un cambio europeo y mundial. Debemos reajustarnos a nuestra madre tierra. Volcanes, inundaciones, terremotos , tsunamis o la descongelación de los polos son los primeros estornudos de un mundo enfermo donde sólo la conciencia humana puede curarlo o destruirlo.
Creo que la idea más importante es que los españoles tenemos la posibilidad de empezar algo histórico para la humanidad. Entre los protestantes surgieron belgas, argentinos, colombianos, italianos…reclamando sus derechos apoyando el movimiento. Incluso un portugués explicó que se dirigía esta semana a la plaza del Rocío en Lisboa para sentarse con una silla, mesa y cuaderno sólo para recopilar votos, ideas , opiniones para llevar a la asamblea general.
El contagio es evidente. No digamos que este movimiento es increíble porqué es completamente creíble. No debemos perder esta conciencia con el mundo y este movimiento. Necesitamos el cambio y podemos cambiar. No existe una vuelta atrás, estamos en camino a nuestra propia destrucción en un plazo indefinido antes de lo que creemos.
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